tratamiento del autismo en Cornellá

El autismo o Trastorno de Espectro Autista (TEA), es una condición anormal del desarrollo neuronal y por lo tanto está relacionado con el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso del paciente con autismo.

Esta alteración produce una forma particular de interactuar y comunicarse con las demás personas, además de tener en muchas ocasiones comportamientos atípicos.

Las características o síntomas presentes en la persona con autismo son variadas, entre ellas encontramos:

• Dificultades en la comunicación verbal y no verbal.
• Falta de contacto con el entorno.
• Movimientos corporales estereotipados.
• Dificultades en la interacción social.
• Rutinas muy específicas y que no pueden ser alteradas.
• Dificultades de adaptación a los cambios.
• Focalización en un tema de interés no prestando atención a nada más.

El autismo aparece en la infancia y acompaña a la persona durante el resto de su vida.

El autismo puede ser diagnosticado a partir de los 18 meses, aunque algunos signos pueden ser evidentes antes.

Un diagnóstico más específico y esclarecedor generalmente se realiza entre los 2 y 3 años de edad.

Es muy importante identificar señales que nos indiquen cuándo es necesario acudir a un especialista para que valore la situación.
En situaciones que será necesario pedir una valoración del estado de desarrollo del niño será cuando:

• En el primer año de vida el niño/a, no intenta emitir sonidos, palabras para comenzar a hablar, no señala objetos, no atiende cuando le llaman…
• Pasado el tiempo y durante el primer año y medio de vida el niño/a todavía no dice ninguna palabra por fácil que sea, no responde (incluso de forma no verbal) ante preguntas o al hablarle.
• Conforme pasa el tiempo y se observa que el niño tiene dificultades para comunicarse o su forma de relacionarse con los demás no es la típica del resto de niños de su edad.

Es conveniente en ese caso consultar con un profesional e iniciar diagnóstico de autismo en caso que el médico o psicólogo crea oportuno.

El diagnóstico se basa en observaciones del comportamiento, presencia o ausencia de interés comunicativo, se realizan entrevistas con los padres y pruebas estandarizadas (ADOS (Escala de Observación para el Diagnóstico del Autismo), entrevista para el Diagnóstico del Autismo (ADI), sistemas de Evaluación de la Conducta Adaptativa (ABAS) entre otras muchas pruebas psicométricas) realizadas por un equipo de profesionales (Médicos, Psicólogos, Psiquiatras, Logopedas).

Una vez se ha obtenido toda la información, se puede realizar una valoración y diagnóstico preciso ideando un plan de actuación integral y comenzando el tratamiento del paciente con Trastorno de espectro autista.

Si sospechas que tu hijo tiene autismo, es importante consultar a un pediatra o psicólogo especializado en desarrollo infantil para una evaluación.

Cuanto antes se identifiquen las señales y se realice la valoración y diagnostico del caso, antes se podrá pasar a tratar el paciente y por tanto la efectividad y mejoría será mayor.

Todos los temas tratados y lo hablado en las sesiones son de carácter confidencial y se mantiene en todo momento el secreto profesional. Además sigue un riguroso sistema de protección de datos, para garantizar una absoluta confidencialidad..

Existen excepciones o situaciones en las que el psicólogo/a se ve en el deber de saltarse el código de confidencialidad. Estas situaciones pueden ser:

• En caso que la persona atendida exprese su intención de autolesionarse o cualquier acción que atente contra su vida y además se niegue a colaborar con el profesional. Siempre se intentará en primer lugar comunicarse con familiares o amigos del cliente (con su consentimiento). Si no fuese posible, se deberá proceder a contactar con servicios de emergencia.
• En el caso que la persona atendida manifieste intenciones de dañar a otra persona, el psicólogo evaluará la probabilidad de que esto suceda y, si se considera que es una posibilidad real, se deberá informar a la policía.
• En el caso de que un juez solicite legalmente información sobre la terapia, estamos obligados a proporcionarla.

Los padres juegan un papel crucial en el diagnóstico y tratamiento del autismo.

Los padres son las primeras personas que pueden observar señales de alarma en el desarrollo de su hijo, cuanto antes actúen antes se iniciará todo el proceso.

Además los padres del paciente deberán trabajar en colaboración con el psicólogo, aplicando estrategias, pautas, rutinas en el hogar y apoyando el desarrollo de sus hijos.

Por eso recomendamos que en el momento en el que se comiencen el tratamiento de Autismo, ya sea en niños, adolescentes o adultos, se complemente con la realización de terapia familiar, donde se darán estrategias y herramientas para sobrellevar la situación.

Sí, los adultos con autismo también pueden beneficiarse de la terapia psicológica.

Su realización ayudará a estas personas a mejorar sus habilidades sociales, aprender herramientas para comunicarse de manera más efectiva y para manejar la ansiedad y la depresión y mejorar de esta manera su calidad de vida.

La efectividad puede variar.

Cada individuo es único, y las terapias deben adaptarse a sus necesidades específicas. Algunos pueden responder mejor a ciertas terapias que otros.

Pero en todos los casos se observará una mejoría y una mayor adaptación al entorno de los pacientes y aumentará la capacidad y el interés comunicativo con otras personas y con el entorno que les rodea.